Porche, deck o sunroom, la transición con el exterior

En una vivienda unifamiliar la importancia del exterior es tan importante como la del interior. Disfrutar de un terreno que colme nuestras expectativas y que se adapte a nuestro estilo de vida es tan importante como el confort y la practicidad de las estancias de la casa. Pero hoy no nos vamos a ocupar ni del interior ni del exterior propiamente dicho, hoy queremos centrarnos en el espacio de transición entre ambos. Puede ser un porche, una terraza o un porche acristalado, pero la elección que se haga marcará tanto el ambiente de dentro de la casa como la zona social exterior.

Porche, un clásico de las casas de madera

Dejando de lado los porches de cortesía, el porche como centro social de la parte exterior de la vivienda es sin duda una característica casi esencial de las casas de estilo canadiense. En ese sentido el tener una zona cubierta que acoja la vida en los meses de verano hace que el salón se sustituya por esta zona cuando llega el buen tiempo. Un porche bien ejecutado sirve además para refrescar el interior de la vivienda ya que los propios aleros sirven de protección frente a la incidencia directa del sol en esos mismos meses. Como decimos, si la inclinación solar se ha calculado de manera correcta el porche permitirá que ese mismo sol llegue a incidir en las ventanas en los meses de invierno, en los que el ángulo en que el astro se proyecta desde el horizonte es mucho más bajo.

Sirve además esta solución para poder disfrutar del exterior incluso cuando arrecian las lluvias más cruentas.  Sí puede ser cierto, sin embargo, que el hecho de contar con un porche haga que el interior de la vivienda sea algo menos luminoso que si no lo tuviese, sobre todo si la estancia que se corresponde con el porche, como suele ser habitual, es el salón de la vivienda y la fachada en que se encuentra es la que mira hacia el sur. Aunque siempre hay soluciones constructivas que pueden minimizar los pequeños inconvenientes hasta convertirlos en insignificantes.

Sunroom, el porche acristalado

Un clásico en las zonas en las que el frío dura unos cuantos meses y hace imposible casi ni pisar el exterior durante buena parte del año. Frente a lugares con gran abundancia de precipitaciones es también una gran opción para poder disfrutar del exterior.  La gran ventaja de la sunroom, además, es que puede ser fácilmente personalizable en función del tiempo a través de puertas correderas o flexibles.

Existen en cualquier caso dos tipos de sunroom: el tipo porche y el tipo deck. El primero implica simplemente la inclusión de una pared acristalada en la separación entre porche y parcela manteniendo la cubierta igual que en un porche tradicional. En el segundo caso se acristalaría también el propio techo, dejando así una panorámica del exterior y haciendo que la transición interior-exterior sea mucho más inmediata. El inconveniente que se puede encontrar en este caso es, en caso de emplear los cristales y cerramientos adecuados, que cuando llegue el verano el sol haga de esta zona prácticamente un invernadero que sólo pueda ser refrescado con un alto coste energético. Por ello es importante asegurarse de que el estudio previo y la ejecución es no sólo correcta, sino perfecta.

Estas tres opciones se adaptan a cualquier tipo de preferencia tanto técnica como visual. En cualquier caso, siempre, y eso es algo que tenemos muy presente en Canexel, es necesario encontrar el equilibrio entre lo práctico y lo estético, siendo en la mayoría de los casos dos términos más que compatibles. Y es que al final, si no no sería la casa de nuestros sueños.