Suelos de casas modernas, conoce las 10 opciones

¿Cuál es el mejor suelo para una casa moderna? Como tantas otras preguntas en lo que se refiere a una vivienda la respuesta es ambigua: depende. Depende de lo que cada persona busque, del estilo arquitectónico, de la decoración, de los habitantes de la casa, del trasiego que sufra ese suelo, del presupuesto y, por supuesto, de los gustos de cada uno. Sí es cierto que hay ciertas tendencias que marcan un estilo y una moda que inevitablemente se ve reflejada en múltiples viviendas y locales durante períodos de tiempo, pero siempre hay materiales atemporales que se adaptan a cualquier estilo y a cualquier moda. A continuación detallamos los materiales más empleados en la actualidad para los acabados de suelos.

Baldosa hidráulica, la tendencia retro

También conocida como mosaico hidráulico se trata de un suelo de origen francés que tuvo su apogeo en la primera mitad del siglo XX, empleándose en los acabados de viviendas hasta los años 60. Cuando parecía que su presencia se había quedado limitada a casas antiguas se ha producido un relanzamiento en su uso. Desde principios del siglo XXI la decoración de interiores se ha fijado en la baldosa hidráulica y ha convertido en habitual tanto en los locales comerciales de moda como en las viviendas de nueva construcción. Los patrones y mosaicos clásicos han reaparecido en los suelos de todo el mundo.

Cerámica convencional o gres, el acabado más cómodo

Ideal para instalaciones de suelo radiante por su alta conductividad térmica y para lugares calurosos por su capacidad refrescante en verano. En las casas de estilo moderno como en las casas de lujo ayudan a crear ambientes de carácter limpio y sencillo. Se trata de un material altamente resistente a golpes y rayajos que resulta ideal para lugares con mucho tránsito o para viviendas con niños pequeños y mascotas. Los precios por metro cuadrado de este tipo de suelos oscilan en función de los materiales empleados en pigmentación, el proceso de fabricación y las materias primas empleadas.

Porcelánicos, el siguiente nivel de cerámica

Ideal para lugares en los que se requiere de gran resistencia y dureza en el suelo, amén de una baja porosidad para la absorción de líquidos. Gracias a esas características es el tipo de suelo más empleado en grandes superficies. Pero no sólo es característica su dureza, también estéticamente aportan la capacidad de imitar materiales como el mármol u otras piedras que, a efectos prácticos, resultan más caros que los porcelánicos.

Barros, tradicionalismo mediterráneo

El gres clásico, por decirlo de alguna manera. Su modo de producción respeta la tradición y se cuece a baja temperatura dejándolo secar al aire libre. Se suele emplear un barniz o directamente acabar la propia pieza con esmalte para evitar así la porosidad natural que sí tiene el barro. Ese tratamiento hace que el barro aporte un aspecto rústico sin por ello desmerecer al porcelánico más resistente, pudiendo utilizarse tranquilamente en exteriores.

Suelos vinílicos, el parche que acabó siendo protagonista

Lo que comenzó como una solución temporal para solventar matices estéticos en suelos ha evolucionado en los últimos años haciendo que ahora sea posible la utilización de vinílicos como suelo para toda la vivienda. Generalmente se trata de una solución económica que, si bien no alcanza la textura y calidad de los materiales a los que suele imitar, plantea una buena alternativa a materiales más caros. Además, se aplica sobre otros suelos sin ningún tipo de problema.

Moqueta, la suavidad en toda la casa

Con gran tradición en los países anglosajones y en el norte de Europa, en España no se ve demasiado en las viviendas debido a su principal defecto: la capacidad de acumulación de polvo y suciedad. Al ser tan habitual la costumbre de abrir las ventanas para ventilar nuestra vivienda se trata de un tipo de suelo que quizá no tenga la mejor de las acogidas en nuestro país. Sin embargo, se trata de un material que también ha tenido su evolución existiendo en la actualidad múltiples opciones en cuanto al tipo de fibras y su capacidad de repeler la suciedad. Frente al mencionado defecto, cabe destacar que sus grandes virtudes son la calidez que aportan así como su capacidad aislante tanto térmica como acústica.

Cemento alisado o microcemento, el look industrial

El más empleado en viviendas de estilo minimalista debido a su acabado que, si bien podría parecer tosco, otorga un empaque idóneo para aquellas casas que buscan un estilo vanguardista. Se trata de un material con un alto grado de dureza y resistencia que ofrece además la posibilidad, a nivel de diseño, de jugar con distintos tonos e incluso patrones y dibujos.

Piedra natural, el estilo clásico

Frente al cerámico, que la imita, la piedra natural presenta una dureza y una resistencia prácticamente inigualable. Ya estemos hablando de granito, terracota, laja, mármol o cualquier otra, el acabado en piedra para suelos transmite una autenticidad que difícilmente se consigue con otros materiales más allá de la madera. Eso sí, al contrario que ésta, la piedra enfría el ambiente, lo cual la hace ideal para lugares calurosos.

Maderas, calidez natural

Quizá el material que más acoge, que mejor transmite la sensación de hogar. La dureza y la resistencia del suelo dependerá de la madera que se elija, de la misma manera que cada madera tiene un color. No es lo mismo una tarima de roble macizo que un merbau o una jatoba. Frente a otros materiales, eso sí, suele ser más fácil de rallar aunque su reparación es aparentemente más sencilla (acuchillar y barnizar). También para exteriores es un material solvente.

Laminados, la alternativa

Realizadas con fibras de madera prensadas con resinas de alta densidad su dureza y resistencia varía en función del número de frotados con papel de lija que aguante el suelo sin perder el dibujo. Así, son 5 las categorías en las que se dividen las tarimas laminadas, desde AC-2 hasta AC-6, siendo la primera idónea para habitaciones con poco tránsito y la segunda para tráfico industrial ligero. Con infinidad de diseños y acabados emulando cualquier tipo de madera se trata de un material más sufrido que la propia madera sin, eso sí, llegar a equipararse en calidez y sensación.

La innovación, como en casi todos los ámbitos de la construcción, aporta año a año nuevas mejoras en lo referente a suelos. Los materiales son cada vez más resistentes y duraderos mientras que, a nivel estético, las tendencias y als modas marcan el mayor uso de unos u otros materiales, siempre sabiendo que hay materiales atemporales que se ajustan a cualquier época y gustos. Tampoco la combinación de materiales o la utilización de materiales mixtos es una opción descartable. Al final, el diseño de la vivienda y los gustos personales de los dueños marcarán cuál es el suelo ideal para cada casa.