Es habitual que en la decoración de espacios de vivienda los dormitorios se dejen en un segundo plano. Mientras que salones, cocinas y salas de estar son un espacio «abierto al público», una cara de la casa que todo el que nos visita ve, los dormitorios no tienen ese glamour o esa publicidad. Sólo en ese primer tour de la casa, cuando acabamos de mudarnos, se suele mostrar esta estancia. Más allá de eventos y fiestas en los que los dormitorios acaban por hacer las veces de ropero improvisado lo cierto es que sólo somos los propios habitantes de la casa los que acabamos viendo su decoración. Pero lejos de ser algo para enseñar o presumir de casa ¿acaso no es la decoración una manera de hacer nuestra vivienda más agradable y más acorde a nuestros gustos? A continuación os mostramos algunas ideas en relación con la estancia en la que más tiempo pasamos, aunque sea durmiendo, a lo largo de las 24 horas del día.
No es un dormitorio, es mi habitación
Si nos planteamos esta estancia como el lugar para ir a dormir con una cama y una mesilla sería más que suficiente. Sin embargo hay algo más en esa estancia que al final acaba siendo un refugio más que un lugar donde meterse simplemente a descansar, hay una necesidad de sentirse a gusto, acogido, una necesidad de decorar no tanto para enseñar sino para nosotros mismos, para sentirnos cómodos y en casa. Y para ello nuestra habitación ha de ser una representación de nosotros mismos. Así, son muchas las condiciones que habrán de tenerse en cuenta.
Colores del dormitorio
Las paredes de una habitación no sólo dan tono y ambiente, sino que dan lugar a generación de espacios a través de la combinación y separación de ambientes. A continuación detallamos algunas de las especificaciones cromáticas y sensaciones que genera:
- Tonos grises: generan sobriedad y van generalmente acorde con ambientes más clásicos. Entran también en según qué viviendas modernas pero dando lugar a un acabado más industrial, algo que puede ser más subjetivo en cuanto a si nos gusta o no para un dormitorio.
- Tonos claros: generan amplitud y luminosidad. En dormitorios no demasiado grandes y con poca luz lo ideal es apostar por cromatismos que tiendan al blanco.
- Tonos oscuros: crean un ambiente íntimo y relajante. Funcionan especialmente bien en habitaciones amplias y con mucha luz natural.
- Paredes de colores intensos: dan personalidad propia a cada habitación. Generalmente se usan en dormitorios infantiles o secundarios.
Mobiliario
Tan importante como el tono y color de las paredes es la combinación de éstas con muebles que potencien el ambiente y ayuden a encontrar la sintonía global de toda la estancia. En ese sentdo nos encontramos con una seria dificultad cuando tratamos de adaptar muebles antiguos que vienen de otras casas a estilos completamente dispares a la estanci original. Así, lo que se quiere transmitir irá muy en sintonía con la utilidad de cada pieza y acorde con las dimensiones de la habitación.
- Mueble completo: especialmente eficaz en habitaciones infantiles que no disponen de mucho espacio y que han de acomodar, aunque sea en ocasiones, a más de un niño o niña. Especialmente recomendable para literas y similares.
- Escritorio: de nuevo un mueble destinado a habitaciones infantiles o juveniles más orientadas al estudio o a hacer vida dentro de la propia habitación que un dormitorio principal. De nuevo marcan el estilo de la habitación hacia ambientes más rústicos o más minimalistas, sobre todo en función de si tienen o no cajones.
- Armarios: si nos hacemos nuestra casa a medida raro será si no planteamos al menos un vestidor en el dormitorio principal. Sin embargo, un armario acaba siendo un elemento principal en una habitación. Sin embargo, si nos vamos a armarios empotrados, la puerta de los mismo acabará definiendo un estilo para el mobiliario. Pero si optamos por una opción exenta, tipo cómoda, estaremos dando al armario una importancia capital en la decoración y amplitud del dormitorio, desde el armario de al abuela al armario de espejos que da lugar a una amplitud mayor al espacio.
- Cama: sin duda el principal mueble y elemento de la habitación. Desde el dosel a los palets pasando por los diseños más vanguardistas, una mala elección de cama o somier puede dar lugar a problemas de salud, pero también a la generación de una línea estética que habrá de seguirse por el resto de elementos del dormitorio.
Tocadores, cómodas, bancos, zapateros… todo tiene cabida en un dormitorio, pero lo que marca el estilo del mismo en cuanto a mobiliario serán sobre todo los anteriormente mencionados.
La iluminación del dormitorio
Aquí viene el meollo de la cuestión. En cualquier estancia, en cualquier sala, es la iluminación lo que da vida o sentido a lo que encontramos en ella. Así, tanto la luz natural como la artificial generarán un ambiente íntimo o más abierto que lo que pueda llegar a decir el mobiliario. Así, las posibilidades son infinitas, en cuanto a acabados de las lámparas, que habrán de ir en consonancia con la decoración de la estancia, y en cuanto a la amplitud de las ventanas y orientación de la cama, de los armarios o del mobiliario en general. A continuación os mostramos una serie de ejemplos de iluminación natural y artificial par ala generación de distintos ambientes.
- Iluminación natural
- Iluminación artificial