En Canexel construimos nuestras casas de madera con la eficiencia energética en mente. Para lograr el aislamiento necesario, que puede llegar a duplicar o triplicar el de las construcciones tradicionales de hormigón o ladrillo, los materiales y el proceso constructivo cobran una gran relevancia. Si ya hablamos del cristal bajo emisivo, ahora nos centraremos en la madera estructural que empleamos en nuestras viviendas.
Toda la madera estructural utilizada en Canexel es Kiln Dried, literalmente desecada en horno. Esta madera contiene una humedad que suele estar entre el 6% y el 8% y nunca supera el 18%. Frente a otras maderas con un mayor contenido en humedad, la utilizada por Canexel se puede contraer y expandir sin combarse, lo que redunda en una mejor adaptación al entorno en el que se encuentre la vivienda.
Nuestra madera cuenta con la certificación de calidad C22 o C24 y proviene de bosques sostenibles de tala controlada tanto de Europa como de Canadá como de Estados Unidos. En la actualidad, la gran mayoría de madera que usamos en Canexel ha sido importada desde Alemania, Austria y Canadá, donde la tradición ya asentada de construir casas de madera ha hecho que se genere una relación con sus bosques que asegura su sostenibilidad.
Por otro lado, al no ser un puente térmico, la madera aísla el interior de la casa mucho mejor que la cerámica o el hormigón que sí lo son. Esto, cómo no, redunda en una mayor eficiencia energética de nuestras construcciones, lo que supone menos emisiones y un mayor ahorro tanto a la hora de enfriar como de calentar la casa.
Así, la construcción en madera supone la alternativa más ecológica y la que presenta un mejor aislamiento a la hora de levantar una vivienda. Es por ello que en Canexel consideramos este compromiso con la eficiencia energética y la sostenibilidad del medio ambiente como uno de nuestros más importantes valores.
